todo cuesta
todo cuesta
Todo Cuesta
21/03/2016
Por: Juan Manuel Colomer
21 de marzo de 2016
Cuesta mucho todo en el mundo del Independiente de estos días. Cuesta tener un equipo que juegue como queremos. Cuesta lograr una identidad, una forma que, más allá de los gustos, nos permita ser un equipo más confiable. Cuesta no depender tanto de la fortuna para conseguir victorias. Cuesta ganarle de local a un Patronato con diez jugadores. Cuesta festejar triunfos que no nos representan. Cuesta ilusionarse aún cuando estamos tan cerca de los punteros.Todo cuesta. Incluido Víctor. Que con sus goles y salvadas heroicas termina de confirmar que es, después de Milito, el mejor marcador central izquierdo que vistió esta camiseta. Un presente brillante en donde a todo lo bueno que hacía en defensa ahora le sumó poder de gol. Y sus goles le permiten a un equipo que juega decididamente mal, estar milagrosa e inexplicablemente a tres puntos de la cima.
Parece que el bastardeado paladar negro del hincha Rojo todavía guarda alguna reminiscencia histórica. Porque en la calle y en la cancha se nota que más allá de los tres triunfos consecutivos y los nueve goles, no se conforma. Los resultados calmaron los ánimos pero no nos engañaron. Este equipo no jugó bien ninguno de los ocho partidos que disputó. Los que ganó, los que empató y los que perdió. Ninguno. De hecho, tiene varios puntos más de los que merece. Y preocupa porque hay plantel para tener un equipo que logre un mejor rendimiento. Y ahí aparece inevitablemente la figura de Pellegrino. Un técnico que pasan las fechas y no logra aprovechar la buena racha para trabajar y corregir las falencias de un Independiente que se sostiene por el peso de sus individualidades y la diferencia de jerarquía de los rivales que enfrentó en las últimas tres semanas.
Cuesta y Tagliafico en defensa y Vera y Denis en ataque solo por nombrar algunos puntos altos. Ni hablar de la incidencia que tiene el Cebolla Rodriguez cuando está bien. Pero se necesita con suma urgencia encontrar un equipo que tenga juego, que tenga ideas y variantes para atacar y, sobre todo, que no desprecie la pelota como lo hace. Que gane los partidos con contundencia y superando a su rival. Algo (muy poco) de eso se vio en el segundo tiempo, ya con un Patronato abroquelado atrás. Pero se abusó del centro y el pelotazo y, de hecho, se termina ganando con un gol de córner. Otra vez apareció el carácter y la actitud de ir a buscar. Si a eso se le sumara juego, hay con qué ilusionarse sin que cueste todo tanto.
Tenemos claro que no se puede salir campeón ganando todos los partidos jugando mal. En algún momento es menester dar el salto y empezar a justificar esas victorias llenas de azar. Es la gran deuda de Pellegrino en el club. Le dio muy poco en cuanto a juego al equipo y a los jugadores. Se nota. Aporta poco también cuando necesita cambiar algo él desde el banco. Desde que asumió, en muy pocos partidos logró hacer jugar bien a Independiente. Pero supo encontrar resultados y, por ahora, le dan aire. Viene un receso por eliminatorias en donde ojalá se pueda hacer una autocrítica puertas adentro y trabajar para que además de decir que ganó Independiente, podamos decir que jugó bien. Y para que,de esa manera, ya no nos cueste tanto todo.