Independiente igualó ayer 1-1 ante Tigre, en un partido donde Milito no guardó a la gran mayoría de los titulares para el duelo copero ante Chapecoense, sino que apostó por darles minutos de juego y quedarse con una victoria que no se dio. La búsqueda de Gabriel Milito quedó clara desde que se comunicaron los once iniciales con los que saldría a la cancha el Rojo. El partido ante el conjunto brasilero confirmó una merma en el rendimiento del equipo, por lo que el entrenador prefirió que una gran parte de los titulares tomara ritmo en la noche de ayer, para corregir los errores adentro de la cancha. Sin embargo, lo pensado por el Mariscal llegó recién durante el complemento, ya que en el primer tiempo el equipo repitió fallas del pasado, en cuanto a las dificultades en la generación de peligro y en la profundidad. Además, aparecieron algunos desajustes defensivos que le permitieron a Tigre llegar con claridad al arco de Campaña. El mediocampo extrañó a Diego Torito Rodríguez, un trabajador silencioso dentro de la idea de juego que propone Milito. El segundo mostró al Rojo con mayor agresividad, decidido a buscar el triunfo y con pasajes de buen juego. La falta de efectividad le quitó tres puntos que hubieran servido para quedar, aunque sea por un día, en lo más alto del torneo. Mientras sigue en la búsqueda del nivel pretendido por el Mariscal, Independiente acumula minutos sin perder, algo que es importante para fortalecer cualquiera idea. Lo que viene será una buena muestra de carácter y, por qué no, de buen fútbol en Brasil.