un problema repetido
Por: Juan Manuel Colomer
22 de septiembre de 2016
En lo personal, no me preocupa el empate. Mucho menos si es sin recibir goles del visitante que después pesan en el resultado global. Obviamente esperaba una victoria de Independiente. No se dio. Lo que verdaderamente me preocupa es el problema repetido que tiene este equipo para ser intenso, profundo, vertical y, sobre todo, generar situaciones de gol. Porque al fútbol se gana metiendo la pelota adentro del arco. La posesión sin llegada es lo más inofensivo que puede existir en este deporte.
En todos los partidos del ciclo Millito se sufrió la incapacidad del equipo para transformar la tenencia de pelota en un arma que lastime al rival. Le costó mucho generar jugadas claras de gol. La serie con Lanús la manejó con fortuna en la ida y con mucha inteligencia en la vuelta. Pero la clasificación solo maquilló un déficit que había aparecido contra Defensa, contra Belgrano, contra Quilmes y, en menor medida, contra Godoy Cruz. A mi gusto la mejor versión que se vio hasta acá. Con poco, es cierto.
Milito había pedido paciencia y el equipo la exageró. Fue demasiado paciente. Tan paciente que regaló un tiempo completo casi sin patear al arco. Basta con recordar que la jugada mas peligrosa fue un centro de Tagliafico que casi provoca un gol en contra. Muy poco para lo que pretendíamos.
A mi me gusta que en los partidos de copa, los primeros 15 o 20 minutos se salga a jugar como si el partido durara tan solo eso. Con intensidad, acorralando al rival, aprovechando la excitación de la gente, la especulación del contrario. Siento que pasados esos minutos de oro, el otro equipo se da cuenta que capeó el temporal, se acomoda en la cancha y, si viene a defender, defiende cada vez más atrás y se hace cada vez más difícil llegar. Que el tiempo, que en principio es aliado, lentamente se vuelve un enemigo. La gente, que al principio está ilusionada y canta, lentamente se preocupa y murmura. Y paradójicamente, el equipo ordenado, paciente y criterioso que pretendía Milito fue apático e inofensivo en relación al desordenado y apurado del segundo tiempo. Aquel equipo que se cansó de dar interminables pases horizontales para terminar con un pelotazo de Figal afuera, no le hizo ni cosquillas a la defensa de Chapecoense. El otro, el del complemento, que con los ingresos de Barco y Meza se animó a asumir riesgos, demostró que el equipo brasileño acumulaba gente atrás pero no defendía nada bien. Alcanzó con meter la pelota en el área para sentir que el gol estaba al caer.
Independiente tuvo demasiada paciencia, fue poco creativo para pensar como entrarle a un equipo metido atrás y estuvo repleto de jugadores en bajo nivel que nunca se animaron a asumir riesgos, romper el molde y tirar alguna gambeta, un pase filtrado o un tiro al arco que rompiera el cero.
No me preocupa el empate. La serie esta abierta y si Independiente quiere, puede ir a hacer goles a Chapecó que obliguen al local a ganar si o si el partido. Lo que me preocupa es todo lo que hay que cambiar y mejorar en tan solo siete días para poder ser un equipo capaz de generar situaciones de peligro. Ojalá le alcance esta semana a Milito para poder trabajar en eso. Me gusta tener la pelota, me gusta que el equipo domine el partido desde la tenencia. Pero además hay que jugar un fútbol con arcos si se pretende estar para cosas importantes.
14/12/2024 23:12:00
Independiente visitará a Boca en lo que será el cierre de ambos en la Liga Profesional. Dirige Arasa y televisa ESPN Premium. leer mas
13/12/2024 23:12:00
Durísima respuesta de Hernán Castillo al representante de Pellegrino: "No pasaba el doping y por eso lo guardaron" leer mas