Son varios los denominadores comunes que tiene esta Liga para Independiente, fecha tras fecha.

Algunos de ellos son definitivamente malos, pero con otros pasa lo contrario.

El equipo de Vaccari juega muy mal y no encuentra rumbo alguno. Al técnico se lo ve absolutamente perdido en una idea que el equipo no siente, no puede, o ambas.

A la vez, el fútbol argentino, emparejado para abajo, le sigue dando oportunidades. Por eso cada jornada se presenta como una final en la búsqueda de lograr el objetivo, que es clasificar a la Copa Sudamericana, algo que necesitamos desde lo económico y lo deportivo.

El Rojo si bien no gana tampoco pierde, de hecho solo River y Talleres cayeron más que nosotros en el año. Los Millonarios y cordobeses se fueron derrotados cinco veces, una menos que Independiente.

Por esa razón el objetivo sigue pendiente, de hecho el Rojo ahora está décimo, y si se lleva los tres puntos hoy quedará séptimo, u octavo si Huracán suma en Rosario ante Newell's.

Incluso, si entrar a la Libertadores del año próximo parece una utopía, es por el nivel de juego que muestra el equipo, porque en la tabla hoy puede quedar a tan solo cuatro puntos, quedando 18 en juego.

Déjense de joder, y aprovechen de una vez por todas las chances que nos da este fútbol.