Diego Rodríguez (6): Poco trabajo para el Ruso, que respondió de manera correcta ante tiros débiles de Aued, Noir y Romero, más un centro abajo. Uno de los más beneficiados ante otra muestra de pánico por parte de nuestros vecinos. Innecesario su tiro libre con el partido uno a cero.

Gustavo Toledo (7): Le ganó a Noir todo el primer tiempo y a Camacho en el complemento. Las pocas veces que fue al ataque lo hizo con mucho criterio y decisión, como en la jugada del primer gol metiendo el pase al medio ante la entrada de Benítez. Ya son varios los buenos partidos seguidos del lateral.

Hernán Pellerano (8): Gran partido del central. Con autoridad, siempre seguro y firme. Se lo deglutió a Bou.

Víctor Cuesta (7): Otro de buen encuentro, ganando casi siempre ante Milito, aunque no se destacó tanto como Fofi hoy.

Nicolás Tagliafico (8): Otro de gran rendimiento, jugando un clásico como se tienen que jugar, dejando la vida en cada pelota. Muchas veces abusa del pase atrás en lugar de buscar el desborde, pese a eso llegó muy bien al fondo a los 30 y a los 55 luego de una muy buena jugada personal. Cierra justo ante Bou en la más clara de los nietos.

Jorge Ortíz (8): Otra de las figuras de la cancha. Si Pellegrino dudaba en ponerlo ya no deberá hacerlo. Jugó mejor de Méndez que el propio Jesús. Bien en la marca y haciendo jugar. Al minuto tuvo una chance de volea, pero no logró impactar con fuerza la pelota. Le mete un magnífico pase a Vera en el tercero.

Jesús Méndez (8): Perdió en los primeros minutos la espalda y el duelo con Acuña y lo amonestaron promediando los 45 iniciales. Pese a ese flojo arranque, cuando se fue expulsado el nieto zurdo exFerro creció mucho su juego, volviendo a ser el capo del medio y del equipo en el complemento. Mete un golazo de tiro libre que define el partido y se fue merecidamente ovacionado por todo el Libertadores, en un momento de mucha emotividad para él y la gente.

Juan M. Trejo (4): Volvió a ser muy floja su labor, el único jugador intrascendente y con tibieza del equipo. Más allá de alguna buena jugada, lo suyo no convence y pide a gritos salir al menos del once inicial. Pereyra Díaz por él parecía un cambio cantado en el complemento, teniendo en cuenta que cambió de punta con Benítez ante la salida de Díaz.

Martín Benítez (8): Sigue siendo de lo mejor y lo más peligroso de Independiente, pese a que juegue más minutos como mediocampista que delantero. Además de abrir el marcador en una jugada que empieza y define él, en la primera etapa probó de lejos a los diez y a los 38 luego de una hermosa jugada colectiva y le mete un gran pelotazo a Albertengo. En los segundos 45, pasó a la izquierda y tuvo varias, la más clara se la sacaron entre Saja y el travesaño. Hasta se dio el gusto de agitar a la gente, algo que hace unos meses hubiese sido hasta ridículo. En este semestre es de lo mejor del Torneo, no solo de Independiente.

Lucas Albertengo (4): Luego de levantar el nivel ante Huracán hoy volvió a jugar mal, mostrándose lento e impreciso. Tuvo algunas buenas combinaciones pero no pasó del regular, hasta con desatenciones como la pelota que le pasa por abajo de la suela contra el lateral izquierdo. Debe mejorar. A los 30 tuvo una chance luego de un desborde de Tagliafico pero no alcanzó a tocarla.

Diego Vera (8): Hoy fue nuevamente el mago negro de la delantera. Siempre sabio, es muy auspicioso que haya jugado así su primer clásico, no le pesó el partido en ningún momento. Pivoteó a la perfección, con pases hasta de cabeza para la entrada de Albertengo, Tagliafico y Toledo, a quién le abre la pelota en el primero.  Erró el segundo tirando un taco, pero selló el partido con un lindo gol de palomita.

Juan M. Lucero (6): Entró por Albertengo y jugó mejor que él, algo que puede hablar del mal momento del goleador, pero en este caso también de que fue positivo su ingreso. Jugó con convicción y le dio peso ofensivo al equipo. Tuvo varias claras para habilitar compañeros en las que dio la pelota con distinta suerte.

Matías Pisano (6): Casualidad o no, cuando entró el equipo dejó esa pasividad a la hora de cuidar el marcador y fue a buscar liquidar el encuentro. No se destacó, pero inquietó y tuvo la pelota, algo necesario en ese momento.

Julián Vitale: Reemplazó al ovacionadísimo y emocionado Méndez sobre el final del partido.

Mauricio Pellegrino: Después de buenos resultados y flojos rendimientos, hoy vuelve a llenar el medio vaso que el miércoles puede desbordarse y encarar lo que resta de una manera optimista. Independiente jugó como tenía que jugar el clásico y eso es meritorio. Lo ganó con carácter y firmeza, anulando a una de las mejores delanteras del torneo hasta hacerla desaparecer. Lo que sigue trayendo dudas es que Independiente no juega nunca con el uno a cero; cuando gana por esa diferencia juega como si fuese goleando y pudo ser peligroso, de hecho es algo que no venía saliendo bien. Hoy se dio todo a favor y terminó goleando y dándole una alegría a la gente. Ahora se viene el clásico difícil de Avellaneda; a pasar de ronda, recuperar a los tres que faltan y a seguir mejorando.