vamos por el buen camino 2
vamos por el buen camino 2
Vamos por el buen camino
02/08/2015
Por: Juan Manuel Colomer
2 de agosto de 2015
Viajar a Santa Fe para jugar contra Colón era una linda prueba para un equipo que venía con tres triunfos consecutivos ante rivales que suelen esperar más de lo que atacan. El Sabalero, aún con su desempeño igual o peor que los otros tres, tiene una propuesta más ofensiva y agresiva, con mucha dinámica y presión alta, más aún jugando en el Cementerio de los Elefantes.
Y ante todo eso, Independiente repitió la fórmula que le dio el puntaje ideal hasta acá: equipo ordenado y sólido en defensa al cual es difícil provocarle situaciones de riesgo, generador de varias ocasiones de gol como para abrir y ampliar el marcador (aunque con la ineficacia de siempre) y otra vez una buena lectura de Pellegrino a la hora de meter mano. Porque los cambios que podían ser tildados de “defensivos” fueron la muestra de que el técnico es un gran estratega y no se le caen los anillos para sacar un delantero y poner un volante de marca si el partido lo pide. De hecho, los ingresos de Vitale y Papa provocaron que Independiente tuviera las chances más claras para ponerse 2-0 porque lógicamente Colón se iba a venir más encima todavía e iban a aparecer los espacios arriba. Eso lo aprovechó con la velocidad de Benítez arriba y abriendo bien la cancha por izquierda con Papa.
Es saludable y alentador que los que ingresan desde el banco lo hagan de buena manera. Sumo a Pereyra Díaz que generó peligro por la banda derecha y aportó sacrificio para defender la subida de Colón por izquierda. Es una linda presión para los que juegan saber que los que esperan afuera puedan entrar en cualquier momento y ser tan o más importantes que los que son titulares.
El equipo tuvo una figura destacada por línea: El Ruso en el arco volvió a responder las pocas veces que lo llamaron. Gran tapada sobre el final con el ojo derecho averiado. Tagliafico fue el mejor de una defensa cada día mas confiable. Tanto que hasta Toledo tuvo un buen partido. En el medio, otra vez clave Méndez que no tuvo un buen primer tiempo pero en el segundo se destacó, además de aportar el centro-pase para el 1-0. Cuando juega Jesús todo es más fácil para Independiente. Y arriba, Vera que en 180 minutos ya me conquistó. Nuestra mezcla perfecta entre Henry y Trezeguet (permítanme la exageración). Ayer aportando el grito de goleador pero también mucho sacrificio, despliegue, ordenando y hablando dentro de la cancha y sacando agua de las piedras cuando la pelota no le llega limpia. Es muy buena su llegada porque antes cuando Albertengo no tenía un buen partido, no aparecía nadie y nos costaban tener peso en el área. El uruguayo es de temer.
En el debe queda la noche de Pisano, que no supo como aprovechar las buenos espacios a la espalda de los volantes de Colón. Encontró bien los lugares y por donde aparecer pero siempre tomó la decisión equivocada. Tiene que enchufarse porque tiene todos los números para ser la primera “víctima” de la sana competencia que hay en el plantel. Errático Benítez que tuvo varias para ampliar la diferencia y no estuvo fino para la definición pero aportó el desequilibrio que venía mostrando en varias apiladas. Y el Marciano Ortíz todavía no puede estirar sus buenos momentos dentro de cada partido. Ayer tuvo un buen primer tiempo con su presencia y sus pases claros en la mitad de la cancha, pero después se fue apagando y salió reemplazado.
Si en el fútbol los resultados enamoran y encandilan a la mayoría, imaginen lo que provocan cuatro triunfos seguidos. Más allá de lo importante de los 12 de 12 me quiero quedar con que Independiente en los cuatro partidos fue superior a su rival en juego y ocasiones de gol. Fue justo ganador siempre. Le falta manejar más los encuentros, ser más contundente arriba y superar la prueba de jugar con un rival de mayor categoría de los que enfrentó hasta acá. Pero hay algo que no permite discusión alguna: vamos por el buen camino.