venganza deportiva
venganza deportiva
Venganza deportiva
28/08/2014
Por: Mauro Montoya
28 de agosto de 2014
18 meses. 549 días. 13176 horas. Una espera interminable.
Todo este tiempo para volver a tener la posibilidad de jugar el clásico de Avellaneda. El último, 24 de febrero de 2013, fue triunfo para Independiente por 2 a 0, gracias a los goles de Miranda Y Santana. Aquél equipo, que terminaría sufriendo el descenso, estaba bajo el mando de Américo Gallego.
Este fin de semana se jugará, dejando de lado el definitorio contra Huracán, el partido más importante del año. Y no me importa como venimos nosotros, tampoco ellos. Soy de los que piensan que los clásicos son partidos a parte. Pero personalmente este domingo quiero venganza. Venganza futbolística, que se entienda bien. Ellos se burlaron, nos jodieron hasta el hartazgo. Afiches, vídeos, y hasta se comieron una suspensión de la cancha de dos fechas por celebrar nuestro descenso. Entendible su alegría y sus gastes, nunca tuvieron otra cosa para festejar que no sea las desgracias ajenas. Pero a mi me dolieron como, supongo, a todo el resto de los hinchas rojos. Por eso quiero vengarme y que mejor que ganándoles, una vez más, el clásico. No va a ser cualquier clásico. Será el primero después de nuestro triste paso por la B Nacional. Esa B que ellos también supieron conocer sin poder volver en una temporada.
Estos últimos años dirigencias corruptas e inoperantes nos sacaron todo. Con promesas incumplidas, vaciamiento del club y sobre todo manchando la historia de Independiente. Nos sacaron la alegría a los hinchas durante mucho tiempo. Sin embargo siempre estuvimos presentes. Por la camiseta, por el escudo que nos identifica.
Necesitamos una linda alegría. Esta bien, se logró el ascenso hace muy poquito. ¿Pero se disfrutó? No. Y no porque no estamos acostumbrados a esas cosas. Fue un desahogo más que una alegría. La gente esta falta de cariño y coincido con la declaración de Federico Mancuello del martes después de la agónica victoria: “Tenemos que devolverle a la gente el cariño que nos brindó”. Ojalá técnico y plantel lo entiendan así también.
El domingo la cancha explotará, será un infierno, el aliento será incesante. Por su parte los jugadores tendrán que dejar todo, jugar sabiendo la magnitud que tiene el partido.
Espero que puedan lograr darnos una alegría, esa que tanto nos está haciendo falta, y vengarnos de tantas "cargadas" de un equipo qué está 22 partidos abajo nuestro en el historial.