veranito
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Veranito
04/11/2015
Por: Eugenia Ferreras
4 de noviembre de 2015
Vamos un mes y medio de Primavera, pero todavía no hace calor. El desconcierto es grande. Los que saben y las viejas dicen que es culpa de los "veranitos" que tuvimos en el invierno que ya se fue.
Vamos medio año de un Independiente que con grandes refuerzos (empezando por el DT) así y todo, ya está fuera de una copa. El desconcierto es grande. Los periodistas y los viejos dicen que es culpa de los "veranitos" que tuvimos en el torneo que ya se va.
Veranitos. Días de calor inesperados. Oasis en el medio del caos que, aunque no queramos, sigue acá. Del caos, aunque queramos, no se sale de un día para el otro.
Perdón por lo del invierno, no busco dar lugar a metáforas pelotudas. Pero aunque falte cada vez menos para la primavera, los veranitos que tuvimos en el ultimo año, tristemente, no significan que ya está, que ya podemos ponernos ojotas. Ni los puntos de la suerte de la era Almiron, ni los épicos triunfos contra Racing o River significaron que ya podíamos, así de fácil, volver a ser el Rey de América.
Paradójicamente, en Mar del Plata, se terminó el verano.
Uno de los recién ascendidos, con todo su frente armado de ex vecinos, se llevó en nuestra cara los puntos que lo clasificaron a esa copa tan accesible de la que nos quedamos afuera. Estamos desconcertados.
Es primavera y todavía no hace calor. Es exactamente al revés a los veranitos del invierno.
El clima en Independiente todavía está contaminado. Es claro.
Y un par de veranitos, que quizás tenían más que ver con un mal presente de los rivales, que con un buen presente propio, nos ilusionaron demasiado.
Pero una certeza siempre salva: las excepciones son excepciones y la naturaleza es la naturaleza. Cuando Independiente se comporte según su biología, su composición, su clima histórico, nada va a impedir que todo el año sea carnaval.
Falta, pero va a venir.