Independiente derrotó a Santamarina por 4 a 2. El Pocho Insúa marcó dos, mientras que Monserrat y Menéndez anotaron los restantes. Celaya y Valerio descontaron para los tandilenses. Independiente pasó de ronda y se lleva $60.000.

El objetivo no es otro más que ascender. Por eso, en el once inicial que salió al campo de juego en San Luis, se pudieron apreciar nombres que no vienen siendo prioridad durante el campeonato de la B Nacional. No obstante, sí se pudieron encontrar apellidos que en algún momento sintieron el gusto de la titularidad: Fabián Assmann, Claudio Morel Rodríguez -quien no jugaba desde la derrota ante Independiente Rivadavia de Mendoza-, Samuel Cáceres, Fabián Monserrat, Reinaldo Alderete, Leonel Miranda, Christian Menéndez, Matías Pisano y Federico Insúa. Asimismo, provenientes de la cantera roja pudieron aprovechar el encuentro para mostrar su rendimiento: Néstor Breitembruch ocupó el lateral derecho, mientras que Nicolás Figal lo acompañó como primer marcador central. Santamarina, por su parte, jugaba con varios de sus suplentes en el equipo titular.

La diferencia de categoría entre los protagonistas de un equipo y otro fue clara desde el comienzo. Aún así, a diferencia de lo que la lógica pura podría ayudar a deducir, el conjunto Tandilense salió con la intención de salir a jugar de “igual a igual”. Si bien se cuidaba en el fondo, prometía actitud de salir al ataque.

Hubo pocas situaciones o jugadas claves para destacar de los primeros minutos de la disputa. Aún así, fue suficiente para que Breitembruch hiciera una interesante jugada por la banda izquierda, mal finalizada en un tiro al arco desde una posición incómoda.

La primera alegría del partido llegó a los 25 minutos: el árbitro cobró una mano inexistente (fue hombro) a favor de Independiente, muy cerca del área, y Miranda se hizo cargo de la ejecución. Le pegó mal, la pelota rebotó en la barrera, pero Carlos Maglio vio claramente cómo Ignacio Celaya tomó a Morel Rodríguez en el área, provocando su caída, y cobró penal para el elenco Rojo. ¿El encargado? El Pocho Insúa, quien llevaba la “10” en la espalda y convirtió su primer tanto desde su vuelta al Club. Así Independiente comenzó ganando el partido cómodamente y comenzó a crear sociedades, principalmente entre Pisano y el autor del gol. Ambos hicieron jugadas de buen fútbol y tuvieron “ataques” de habilidad, aunque no suficientes para aumentar el resultado. Igualmente, diez minutos más tarde, llegó el segundo: Insúa se la tocó a Monserrat. El volante recibió la pelota fuera del área y, con excelentes movimientos, esquivó a tres jugadores para luego definir exquisitamente picando la pelota ante la salida del arquero rival. Fue el 2 a 0 para el conjunto de Omar De Felippe. Assmann, quien parecía ser un espectador de lujo, tuvo el primer sobresalto a los 41. Es que en un tiro libre a favor del conjunto de Tandil, Samuel Cáceres perdió la marca de Cogna. El defensor habilitó de cabeza a Celaya, y éste convirtió el descuento encontrándose casi debajo del arco. Casi finalizando la primera parte, Insúa hizo una gran jugada (luego de un gran pase de Pisano) y después de esquivar al arquero, con el arco desnudo, se perdió increíblemente el tercer gol rojo. En el comienzo del complemento, Santamarina salió a atacar sin titubeos y hasta llegó a incomodar el juego de Independiente. Aún así, con el correr de los minutos, el Rojo volvió a adueñarse de la pelota y tuvo una clara jugada a los cinco minutos: Menéndez, Pisano e Insúa armaron una gran sociedad que finalizó en el remate erróneo del último. La pelota se fue arriba. No obstante, el gol no tardó en volver a llegar: a los 17, el Pocho dominó la pelota fuera del área, frente al arco, y no dudó en rematar. La pelota salió con mucha fuerza y se clavó junto al palo derecho del arquero. Fue un gran gol para el Rey de Copas y también en lo personal para el enganche campeón del 2002. Tan sólo dos minutos después, Pisano fue protagonista de un gran pase a Menéndez. El Polaco dominó el balón dentro del área y Gogna lo derribó, provocando así el segundo penal de la noche. Esta vez quien se acercó a patear fue el delantero rubio, quien también convirtió para poner el partido 4 a 1. Luego salió reemplazado para el ingreso de Sebastián Penco. A los 26, sin embargo, el elenco conducido por Duilio Botella volvió a descontar gracias a la aparición de Maximiliano Timpanaro. Fabián Assmann se adelantó para contener el centro bajo tirado por Nicolás Valerio, pero su respuesta fue prácticamente nula, lo que facilitó totalmente la tarea del delantero. A pesar del gol, Independiente siguió dominando y jugó con tranquilidad. Matías Pisano se fue reemplazado a los 33 para el ingreso del debutante Pereyra. Asimismo, Insúa dejó la cancha tres minutos más tarde (con una ovación de parte de la parcialidad roja) y Francisco Pizzini ingresó en su lugar. Apenas ingresado, el volante izquierdo desbordó por su sector luego de una interesante jugada y le cedió un pase atrás para Penco. El “9” remató como venía y la pelota se estrelló contra el travesaño, evitando lo que hubiera sido el quinto tanto. El árbitro hizo sonar el silbato y el partido terminó 4 a 2 a favor del Rojo. No era la prioridad, pero la victoria probablemente sirva para que algunos jugadores logren entrar en confianza, como también para ambos provenientes del Selectivo que lograron redondear una muy interesante tarea. ¿La principal preocupación? El nivel de Assmann, probablemente, quien no se mostró seguro en defensa de los tres palos. Que se repita el lunes...