El presidente de Independiente, Javier Cantero, se refirió al incidente que tuvo con un socio en el predio de Villa Domínico y aseguró que no se irá hasta dejar “el equipo en primera y la cancha terminada”. Además, se refirió a De Felippe y las supuestas disputas con el plantel: “¿Camarillas? No sé qué es esa palabra”, aseguró. Luego del altercado que sufrió en el complejo Santo Domingo, el pope del Rojo dialogó con La Nación en relación al incidente: “Fue una agresión verbal, pero, por suerte, no sucedió nada más. No sé cómo habrá entrado. Me dijeron que lo hizo por una puerta de atrás, en la que había un candado. Ese ingreso ya fue mandado a soldar” contó. “Me gritó que me quería matar, que ya lo tendría que haber hecho en el partido con Brown de Adrogué”, se explayó Cantero, y añadió: “No lo conocía. Me dijo que era socio. Le contesté que si era socio podía recibirlo como a cualquier socio de Independiente para hablar”. Y confirmó: “No era un barrabrava. No los conozco a todos, pero no me pareció que lo fuera”. Continuando con el tema, afirmó que “fue una situación violenta”. Y agregó: “Cuando dije que nos estábamos jugando la vida, lo tomaban como un eufemismo. Era en serio. Hay que ganar y ascender. Esto sólo se arregla de esa manera”. Además, expresó que no se irá del cargo “porque quiero cumplir el mandato que me dieron los socios de Independiente. Quiero dejar el equipo en primera y terminar la cancha”. En relación al presente del equipo, Cantero  indicó que vio a los jugadores “muy preocupados para salir adelante. Están muy metidos en la situación y quieren lo mejor para Independiente”. “¿Camarillas? No sé qué es esa palabra. Puede haber distintas opiniones, como en todo grupo, pero es una situación normal. De Felippe es un excelente entrenador, es lo mejor que nos pasó”, sostuvo. Y completó: “También quiero destacar a un sector de la oposición, que se me acercó y que sólo está preocupado por el ascenso. Eso es muy positivo.”