banfield version 2013
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Banfield versión 2013
21/04/2013
Por: Walter Linovich
21 de abril de 2013
Desde hace rato Independiente busca al Banfield de esta temporada, sin darse cuenta que el propio "Rojo" es el "Taladro" versión 2013. Hoy, dando pena, el equipo del debutante Miguel Angel Brindisi perdió fácil 2-0 en Rafeala y la salvación ya es casi una utopía. Los "grandes" del plantel no fueron la solución.
La sensación que dejó la derrota de este domingo es que, salvo un milagro, Independiente jugará la próxima temporada en la B Nacional. El equipo, esté Brindisi o Américo Gallego en el banco, no responde, no tiene jerarquía ni rebeldía, y cualquier rival que se le ponga en frente lo supera.
El primer tiempo de Independiente fue un espanto. Llegó apenas dos veces, producto de errores de su rival, y no se fue al descanso perdiendo por dos o tres goles debido a la mala puntería de los jugadores locales: de los peores 45 minutos del "Rojo" en todo el campeonato.
Iban apenas 4 minutos cuando Guillermo Sara sacó mal y le regaló la pelota a Ernesto Farías, quien absolutamente solo, mano a mano, tiró el balón afuera. Y como le viene sucediendo hace rato a Independiente, en la siguiente jugada el rival sí aprovechó la que tuvo: desborde de Carrera y gol de González.
El gol golpeó duro a Independiente, que a partir de allí casi no volvió a pasar mitad de cancha con pelota dominada. Así, llegó una sola vez más al arco rival tras un buen centro de Julián Velázquez que Osmar Ferreyra, solo, se perdió errándole al balón por detrás de la defensa de Rafaela.
Pasando los 20, Federico Mancuello se hizo expulsar tontamente por un foul en tres cuartos de cancha y Rafaela se envalentonó, a tal punto que fue muy superior y tuvo tres chances clarísimas para estirar la ventaja: González no aprovechó un error de Tuzzio, Vera se perdió uno debajo del arco y Depetris casi hace un golazo, pero la pelota se fue alta.
El segundo tiempo casi que estuvo de más. Independiente, mentalmente ya derrotado, no pateó siquiera una vez al arco y Rafaela, con el pie levantado del acelerador, sólo hizo un gol más porque se apiadó del "Rojo". De esta manera, con jugadores que se arrastraban por el césped, el equipo de Brindisi perdió otra final.