el dilema de no ser
el dilema de no ser
El dilema de no ser
31/08/2015
Por: Mono Rubino
31 de agosto de 2015
Atrás quedaron esos ojos encandilados con las primeras victorias del ciclo de Pellegrino, cuando parecía que un ser superior se había apoderado de la dirección técnica de Independiente para devolverlo a los lugares que nunca debía haber abandonado.
Hoy en el partido con Estudiantes, quedó demostrado que Independiente no es ningún tipo de equipo. No es ningún tipo de equipo porque todo se termina en la tibieza exasperante en la que se combina, un conjunto que quiere salir jugando, da tres pases entre los defensores y después la revolean; también, se amalgama un equipo que se hace fuerte atacando por los costados, pero los laterales pasan poco y nada a posiciones ofensivas; un equipo que quiere jugar, por momentos, a dos toques, pero no hay movilidad. En fin, un sin numero de contradicciones que hacen a este Independiente no definirse dentro del campo de juego.
Hoy, "Cebolla" Rodríguez por izquierda intentó hacerse eje. Estuvo un poco lento, pero la mayoría de las pelotas que tocó tenían buen destino. El correcto rendimiento del uruguayo no fue acompañado por una buena labor de su compatriota Vera, a quien le costo sentirse cómodo entre Desábato y Domínguez, por tal motivo que apareció varias veces retrasado.
Con el esquema y la forma de juego que plantea "Longaniza" el nivel de Jesús Méndez es determinante para el equipo, y gran parte de este flojo desempeño se debe a lo errático que está el 8 en este tiempo. Cuando la pelota pedía ser jugada larga, la jugaba corta o para atrás, y cuando pedía un pelotazo o centro cuando el tiempo apremiaba, abría la cancha dándosela a Pellerano.
Lo que sí se puede rescatar es que Independiente anota un gol por partido, esta vez luego de un error en la salida del conjunto pincha. Eso es algo de lo que debe aferrarse el equipo para hacerse fuerte e intentar llevarse los tres puntos cada fin de semana, pero para eso, tiene que mejorar y mucho en la recuperación. No hay coordinación entre los dos volantes centrales, cuando Méndez salía a cortar arriba, Vitale casi que se metía entre los centrales, dejando una enormidad de campo libre para los jugadores rivales. Si a eso le sumamos que por las bandas hoy estaban Benítez (que jugó allí luego de la lesión de Aquino) y Rodríguez, jugadores no precisamente defensivos, el resultado es un medio campo que no puede cortar ningún avance.
En el final todo se volvió mucho más caótico, con Cuesta parado de nueve junto a Albertengo y Vera en un intento por copar el área de un equipo que tenía un hombre menos y se acorraló cerca del arco de Hilario Navarro.
El vaso medio lleno lo vemos en que no perdimos. Nunca hay que perder. El entrenador debe definir que fútbol quiere jugar, sin importarle lo que podamos decir los demás de la tribuna, porque esa tibieza que esta mostrando, se ve en la cancha con rendimientos pobres, inconexos y que inevitablemente, más temprano que tarde, van a terminar en derrotas.