insoportable
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Insoportable
25/01/2013
Por: Walter Linovich
25 de enero de 2013
La novela por la llegada del segundo refuerzo a Independiente sigue sumando capítulos, uno más patético que el otro, y en este caso se terminó de caer la posible llegada de Martín Cauteruccio, quien ya estuvo cerca de llegar al "Rojo" dos veces en este mercado de pases. Tanto Américo Gallego como los propios jugadores del plantel están inquietos con el tema, pero la ya no tan nueva dirigencia sigue haciendo agua con las incorporaciones. ¿Llegará alguien? Javier Cantero ya deslizó la posibilidad de que no se sume nadie.
Increíble pero real. Cuando otra vez estaba todo encaminado para que Cauteruccio se vistiera de rojo, un twitt de Aníbal Fernández, presidente de Quilmes, tiró todo por la borda, al igual que hace un par de semanas: "Exclusivo para cerveceros y para los mala leche de siempre incluido TyC: el Quilmes Atlético Club no venderá al jugador Martín Cauteruccio y no escuchará ofertas de compra del jugador en el mercado local. Fin de la pretendida novela". ¿Qué pasó para que de nuevo todo se cayera?
Una vez caída la opción de Dorlan Pabón, que finalmente se quedaría siendo suplente en Parma o pasaría al Monterrey de México, el grupo empresario de Independiente volvió a la carga por Cauteruccio y concertó una reunión con la dirigencia quilmeña para intentar llegar a un acuerdo por el traspaso de Cauteruccio, quien por medio de su representante hizo saber a las autoridades de Quilmes su intención de mudarse a Avellaneda. Con el encuentro pactado para esta parte, tras todo lo que se había hablado, todo hacía prever un final feliz.
Sin embargo, entre un sinfín de versiones, el presidente de Quilmes primero desechó vía Twitter la posibilidad de venderlo y Angel García, por radio más tarde, ahondó: "La propuesta por Cauteruccio no era de satisfacción para Quilmes. Una propuesta que acercaron los representantes del jugador. No hubo acuerdo en forma ni monto". Javier Cantero, en La Red, reconoció que el jugador no llega "porque el problema es que no tenemos dinero". Clarito, de ambos lados se habla de una diferencia económica. Otra vez. Como hace 20 días.
Con el inicio del semestre más importante de la historia a la vuelta de la esquina, Gallego aún sigue esperando un refuerzo en un puesto clave como lo es el de delantero. Más de 50 días pasaron desde el final del pasado torneo y la Subcomisión de Fútbol, que ya demostró en los tres mercados de pase que tuvo que no está a la altura, no logró cerrar a ningún atacante que sea del gusto del entrenador. Ni uno, y eso que desfilaron nombres de todo tipo: Diego Forlán, Hernán Barcos, Juan Manuel Martínez, Carlos Bueno, el propio Cauteruccio, Dorlan Pabón... cada uno de ellos estuvo en la mira pero el final fue el mismo con todos.
Es innegable que el contexto en el que negocian los dirigentes de Independiente es complicadísimo: 320 millones de pesos de deuda en un club que tiene déficits heredados por todos lados es difícil de sobrellevar, pero a esta altura resulta imperdonable que ninguna de las gestiones encaradas haya llegado a buen puerto. Y ojo, no es algo nuevo de esta dirigencia: en el primer período de fichajes llegó sólo Ernesto Farías, en el segundo vinieron ocho jugadores libres (cierto, algunos de jerarquía) y en éste, por ahora, únicamente Daniel Montenegro, quien casi casi que se contrató solo. De no ser por él y Gallego, hoy estaría en otro club.
"No vamos a traer por traer", dijo casi al cierre de su entrevista con La Red el presidente, dejando ya la puerta abierta para la no llegada de ningún jugador para reforzar una zona que tiene al frágil Luciano Leguizamón, a Ernesto Farías y a pibes que demostraron que aún no están preparados para ser titulares en momentos calientes como los que se vienen. Y esto no es opinión periodística o de los hinchas, lo observa el entrenador, que vaya si tiene pergaminos, quien pide ya a los gritos la llegada de otro delantero.
3 de enero fue el plazo que se puso Cantero para la llegada de las "dos balas de plata", tal como él llamó a los dos jugadores que llegarían para reforzar un plantel que apenas hizo 16 puntos en 18 partidos. Hoy es 24 de enero, tres semanas más tarde que aquel famoso 3 de enero, y el segundo refuerzo brilla por su ausencia. La paciencia del hincha, muchas veces fogoneada por la verba infame de algunos periodistas y otras tantas por dirigentes "bocones", está al límite. Y la de Gallego, que ya amagó con irse, debe estar por las nubes.