la jodita esa de la mufa
la jodita esa de la mufa
La jodita esa de la mufa
26/05/2015
Por: Eugenia Ferreras
26 de mayo de 2015
La semana pasada un hincha de Rasin me dijo "la jodita esa de la mufa se está terminando". Me reí, claro. Ja. Porque, hasta el domingo, yo re creía en esas cosas. La superstición, las cábalas. La mufa.
Cuando empezó el partido, el domingo, me salió hacerme la señal de la cruz. Como hacen algunos de ellos cuando entran a la cancha. Como me sale a veces, por instinto, yo que sé, cuando paso por la Iglesia de María Auxiliadora que hay en Alsina y Belgrano, yendo al LDA.
Me gusta el nombre de esa Virgen. Digo, lo tiene en el nombre, está para ir y pedirle cosas cuando ya no sabés qué hacer. Además suena más grande que pedir ayuda, más parecido a nosotros.
Nada necesitamos más que "auxilio".
Bueno. El domingo, cuando ya había pasado (y terminado) todo, yendo a tomar cerveza para olvidar, escuché en la radio decir que era ese día, 24 de mayo, el día de María Auxiliadora.
Qué onda, capa. Yo hice mi parte y ni en tu propio día me tirás un centro.
Al destino lo moverán los Dioses, o la suerte, o quien quieras. Pero a la pelota la mueven los hombres.
Las cruces que hagas con las manos no pueden contra lo que hagan los pies.
La mufa, las cábalas, se terminan cayendo. Ni la suerte ni Dios son boludos.
El Dios bueno, que es Morgan Freeman, lo dice clarito en "Todo poderoso 2": ¿Vos querés ser valiente? Dios no te hace valiente, te da una oportunidad para que te hagas valiente.
Yo me hacía la señal de la cruz para que Independiente cambie, Morgan Freeman me cambió al técnico. La oportunidad de cambiarlo todo.
La jodita esa de la mufa se está terminando, dicen ellos. Y qué se yo, puede ser. Si a la pelota le chupan un huevo 23 partidos, evidentemente.
Si la mufa de ellos no puede hacer que los nuestros jueguen mejor. Que Toledo sea menos boludo. Que Mancuello sea menos calentón. Que Almirón se ilumine.
Yo pensaba terminar el domingo 24 llevándole 24 de diferencia a ésta gente. Y terminé llevándoles 22. El número del emblema de ellos. Y con nuestro emblema, la mitad de ese, el 11, afuera.
Hablame del destino.
Hace un año, en un día de lluvia en La Plata, volvía a creer en un montón de cosas. Hoy siento el mismo aire puro y la sensación de paz que significa un cambio, pero esta vez no tiene nada que ver con creer.
Morgan Freeman ya hizo su parte.
Ahora hay que hacernos más la señal de la cruz, que es cosa de hombres, no del destino. Ni de la mufa.
Jugadores, a ver si lo entendemos.
En el nombre del Rojo, de Rasin y el Espíritu Santo