la pizarra la doble marca del medio
la pizarra la doble marca del medio
La pizarra: "La doble marca del medio"
18/02/2013
Por: Pedro Molina
18 de febrero de 2013
Los partidos de Independiente siempre son difíciles de pronosticar, sobre todo en este semestre. Las variadas situaciones vividas ya no entienden de merecimientos. Cuando uno cree que se viene el gol propio, puede terminar llegando el del rival. Ya sea el penal de Farías y el gol de Scocco o contrariamente la expulsión de Velázquez y el gol de Tula.
De todas maneras, a la fortuna para evitar los goles de Vélez y mantener el cerrojo, hubo un sacrificio y un trabajo táctico que fue fundamental para cortarle los circuitos al local. Vale aclarar que Vélez jamás se sintió cómodo y pese a que tuvo dos o tres chances clarísimas, le costaba romper el bloque defensivo rojo.
Con la incorporación de Gago, Gareca apuesta al 4-4-2 con Cerro y el ex Real Madrid como motores del equipo. Ellos marcan el paso mientras Bella busca las diagonales, Papa se proyecta e Insúa arma juego unos metros más adelante. Con uno menos, (pero principalmente en el segundo tiempo), Gallego hizo una buena lectura del partido y buscó anular al doble cinco. Es decir, que los encargados de hacer las transiciones defensa-ataque y comenzar las aproximaciones al arco de Rodríguez tenían marca.
Naturalmente, Godoy fue la marca de uno de los dos (Cerro) jugando un gran partido. Lo curioso es que a Gago lo tomó Montenegro. Sí, el mismo que acostumbra a definir y asistir, dio una mano en el mediocampo. Hasta que ingresó Santana, quien pasó a hacer lo mismo que el Rolfi, liberando al 10 al puesto de Farías. Ya con Caicedo en cancha, el colombiano fue marca personal de Lucas Romero (entró por Cerro), privando prácticamente de todas las posibilidades de ataque y dejando a Godoy aún más retrasado y sin persecución individual.
Es cierto que Vélez recién comienza con este esquema y que lo modificó por la llegada de un gran jugador. Pero se lo maniató al punto de obligarlo a hacer pases intrascendentes hacia los costados. La muestra de su total impotencia fue el remate altísimo en el cierre del partido. Detrás de la imagen heroica y la media vuelta majestuosa, hubo un plan bien ejecutado. Indudablemente, este es el camino.