no recupera
no recupera
No recupera
22/08/2015
Por: Mono Rubino
22 de agosto de 2015
Dolor de ojos. Eso me agarró viendo el primer tiempo de Independiente. Y no es solamente porque los nueve cambios que dispuso Pellegrino no tuvieron un buen rendimiento, sino porque todos aquellos errores que venía trayendo el equipo se exacerbaron de una manera increíble.
Creo que el principal problema del equipo pasa (y no es el primer partido), en que no tiene un sistema eficiente para recuperar la pelota. Esta vez con dos volantes centrales, como venía siendo costumbre y el partido anterior por Copa Argentina con Lanús con tres, cada ataque que se inicia por parte del rival, termina enfrentado a los defensores y cerca del área, porque el mediocampo suele estar mal parado.
San Martín de San Juan atacaba saliendo con sus defensores, eran apretados por los jugadores de ataque y cuando pasaban esa presión, tenían vía libre para llegar porque nadie volvía a marcarlos. Un equipo largo, para decirlo en términos futboleros. Por eso, Emmanuel Martínez fue el eje del local y se tornó imparable por varios tramos.
Y si hablo del ataque, no hay cosas mejores para decir que de la defensa. Porque si bien acá sí hubo una idea, la de atacar con mucha gente por los costados, nunca se ejecutó bien. Principalmente porque nadie administró de manera correcta los tiempos y los caminos. Méndez en algún momento lo hizo, pero no fue suficiente porque no deja de ser un mediocampista central. El “Roña” Aquino fue bien marcado por los volantes centrales y cada vez que la tocaba terminaba en el suelo. Pereyra Díaz fue uno de los que más intentó desnivelar, aunque si bien en algunas jugadas pudo hacer valer su habilidad, se encontraba muy sólo. Cuando pudo juntarse con las subidas de Figal llegaron las únicas aproximaciones de cierto peligro por ese lado; Mientras tanto por la izquierda, Papa intentaba apuntalar a un Trejo que tuvo habilidad para desbordar en algún momento, pero le costó acertar en el momento clave.
Y después del gol de Ledesma, todos los errores se hicieron más groseros, el choque y el pelotazo le ganaron al pensar y al pase certero. Por eso, el primer tiempo fue sin dudas de lo peor que ví no sólo en la era Pellegrino sino en todo el campeonato.
En el segundo tiempo por fin se pudo ver un rotundo cambio de actitud, y no habló de “huevos” sino de actitud al comprometerse con las jugadas y los ataques. La entrada a Vera y Benítez revitalizó a un equipo que parecía ya vencido.
Trejo pasó a jugar a la derecha, Aquino por izquierda y los dos recientemente ingresados se pararon entre los centrales. Esto fue un inteligente movimiento del entrenador rojo ya que desacomodó a una defensa que parecía saberse los movimientos de memoria. Y así llegó el empate, porque el “Tucu” Trejo encaró hacia el medio desde el carril del ocho y lo bajaron. De ese tiro libre, Victorino se estrenó en las redes con la camiseta de Independiente.
No todo es color de rosas, porque el cambio se dio en ataque. Defendiendo siguió costando mucho recuperar la pelota, sobre todo por lo que hablaba antes del equipo largo. Así fue como el santo sanjuanino tuvo algunas chances para ponerse en ventaja a los entre los 28 y 35 minutos.
Ya en el final, pudo ser para cualquiera. Porque los dos jugaron un partido mediocre, muy parejo y sobre todo muy luchado. Por eso el empate fue justo.
Independiente demostró un partido más que al menos un gol por partido mete. Sucede que con cada encuentro que pasa, se marca peor, los rivales lo notan y saben como hacerse valer ante un equipo sin un mediocampista central que recupere seguido. Por eso me parece que ese es lo primordial a mejorar, porque cuando se recupera, se pasan menos zozobras, se puede estar más tranquilo y se pueden generar por ende mejores ataques.