sin evolucion no hay proyecto
sin evolucion no hay proyecto
Sin evolución no hay proyecto
28/06/2022
Por: Lucas Scagliola
28 de junio de 2022
Pasaron 27 partidos desde aquel 13 de febrero, en el que Eduardo Domínguez debutaba como entrenador del primer equipo, frente a Estudiantes de la Plata. Si bien cuatro meses y medio es poco tiempo para evaluar a un entrenador, los números son categóricos a la hora de hacer un balance, aunque sea parcial.
Ahora bien, principalmente y a modo personal, considero que debe hacerse un análisis más profundo sobre el cómo y las formas.
Domínguez sabía a qué se enfrentaba cuando asumió: un club en llamas en lo institucional y penoso en lo deportivo. Era consciente de que en ese mercado de pases las cosas no iban a ir de la mano con sus aspiraciones. Aceptó.
Hoy, después de 137 días y a sabiendas de que desde lo dirigencial hay un desmanejo absoluto, con el club virtualmente acéfalo y dónde se vienen haciendo las cosas mal, ya no hace meses, sino hace varios años, el técnico se encuentra en el mismo lugar en el que estaba cuando lo agarró, sin cambios ni mejoras en todos los niveles deportivos y administrativos.
Pero además, hay que aceptar algo que es de su estricta responsabilidad: no supo administrar la precariedad que hay en el plantel profesional, ni imprimir un estilo y una identidad. Así, Independiente puede perder con cualquiera, pero lo más triste es de qué manera lo hace.
Dejemos en claro que el técnico no es el mayor responsable de esté presente, pero sí lo es en relación al manejo del equipo. Por ello, y esto es una opinión personal que no pudo dejar de mencionar, cuando ves que a tus dirigidos no les llega el mensaje o simplemente no sos capaz de transmitir "algo", es mejor que des un paso al costado. Mucho más cuando tampoco te revelás con quienes realizan tan desastrosa conducción del Club.
Finalmente, una reflexión coyuntural pero no por ello menos relevante: El partido en Paraná se perdió por horrores individuales y falta de puntería y efectividad. A Domínguez no lo puedo hacer máximo responsable de eso, aunque sí le pesa el compromiso de no haberle encontrado la vuelta, de no evolucionar. Y sin eso no hay proyecto que resista.